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Mostrando entradas de julio, 2007

Objetividad: El Padre y las dos hijas

Fábula de Esopo Un padre tenía dos hijas. Una casó con un hortelano y la otra con un fabricante de ladrillos. Al cabo de un tiempo fue a visitar a la casada con el hortelano, y le preguntó sobre su situación. Ella dijo: -Todo está de maravilla conmigo, pero sí tengo un deseo especial: que llueva todos los días con abundancia para que así las plantas tengan siempre suficiente agua. Pocos días después visitó a su otra hija, también preguntándole sobre su estado. Y ella le dijo: -No tengo quejas, solamente un deseo especial: que los días se mantengan secos, sin lluvia, con sol brillante, para que así los ladrillos sequen y endurezcan muy bien. El padre meditó: si una desea lluvia, y la otra tiempo seco, ¿a cuál de las dos le adjunto mis deseos? “No trates nunca de complacer y quedar bien con todo el mundo. Te será imposible”. La Objetividad es el valor de ver el mundo como es, y no como queremos que sea. Los seres humanos somos una compleja mezcla de sentimientos, raciocinio, experi

Serenidad: el león y el ciervo

Fábula de Esopo Estaba un león muy furioso, rugiendo y gritando sin ninguna razón. Lo vio un ciervo a prudente distancia y exclamó: -¡Desdichados de nosotros, los demás animales del bosque, si cuando el león estaba sosegado nos era tan insoportable, ¿de qué no será capaz estando como está ahora? No des poder a los irascibles, pues si nos dañan sin motivo, más lo harán cuando estén inconformes. El valor de la serenidad nos hace mantener un estado de ánimo apacible y sosegado aún en las circunstancias más adversas, esto es, sin exaltarse o deprimirse, encontrando soluciones a través de una reflexión detenida y cuidadosa, sin engrandecer o minimizar los problemas. Cuando las dificultades nos aquejan fácilmente podemos caer en la desesperación, sentirnos tristes, irritables, desganados y muchas veces en un callejón sin salida. A simple vista el valor de la serenidad podría dejarse sólo para las personas que tienen pocos problemas, en realidad todos los tenemos, la diferencia radica en la

Trabajo en equipo: Los hijos del labrador

Los hijos de un labrador vivían en discordia y desunión. Sus exhortaciones eran inútiles para hacerles mudar de sentimientos, por lo cual resolvió darles una lección con la experiencia. Les llamó y les dijo que le llevaran un manojo de varas. Cumplida la orden, les dio las varas en haz y les dijo que las rompieran; mas a pesar de todos sus esfuerzos, no lo consiguieron. Entonces deshizo el haz y les dio las varas una a una; los hijos las rompieron fácilmente. -¡Ahí tienen! -les dijo el padre-. Si también ustedes, hijos míos, permanecen unidos, serán invencibles ante sus enemigos; pero estando divididos serán vencidos uno a uno con facilidad. “Nunca olvides que en la unión se encuentra la fortaleza” En una nota anterior se presentaba la importancia de la colaboración en el equipo para el logro de los objetivos mediante la interacción entre los miembros y un flujo operacional altamente coordinado. Las discusiones son una consecuencia natural de la conformación de equipos donde los inte

Liderazgo: Los ratones y las comadrejas

Se hallaban en continua guerra los ratones y las comadrejas. Los ratones, que siempre eran vencidos, se reunieron en asamblea, y pensando que era por falta de jefes que siempre perdían, nombraron a varios estrategas. Los nuevos jefes recién elegidos, queriendo deslumbrar y distinguirse de los soldados rasos, se hicieron una especie de cuernos y se los sujetaron firmemente. Vino la siguiente gran batalla, y como siempre, el ejército de los ratones llevó las de perder. Entonces todos los ratones huyeron a sus agujeros, y los jefes, no pudiendo entrar a causa de sus cuernos, fueron apresados y devorados. Cuando adquieras puestos de alto nivel, no te vanaglories, pues mucho mayor que la apariencia del puesto, es la responsabilidad de cumplir lo encomendado. Ser líder no es una postura o un galardón para lucir, es un compromiso, una responsabilidad y una obligación. Ante las atrocidades, la injusticia y la creciente amenaza de una falta de valores, hoy en día se necesitan hombres y mujeres

Flexibilidad: La zorra y el león

Fábula de Eiximenis Había una vez un león que tenía hambre, y queriendo encontrar ocasión para comer, preguntó a la oveja cómo era su aliento. Y la oveja respondió la verdad, diciéndole que muy apestoso. El león, fingiéndose entonces ofendido, le dio un fuerte golpe en la cabeza y la mató diciéndole : - ¡Ahí va! porque no has sentido vergüenza de ofender a tu rey. ¡Ahora recibe eso! Después preguntó el león lo mismo a la cabra , es decir, si su aliento olía bien. Y la cabra, viendo cuán mal lo había tomado con la oveja, le contestó que su aliento era maravilloso y olía muy bien. Entonces el león le pegó un fuerte golpe en la cabeza y la mató exclamando : - ¡Ahí va! porque me has adulado con falsedades. ¡Ahora toma eso!. Y después hizo aquella misma pregunta a la zorra, pidiéndole cómo tenía el aliento. Pero la zorra se alejó de él, recordando lo mal que les había ido a las otras y le contestó : - ¡De buena fe, señor , le digo que no le puedo responder a su pregunta, puesto

Amistad: Dos Amigos

Fábula de La Fontaine En el mundo en que vivimos la verdadera amistad no es frecuente. Muchas personas egoístas olvidan que la felicidad está en el amor desinteresado que brindamos a los demás. Esta historia se refiere a dos amigos verdaderos. Todo lo que era de uno era también del otro; se apreciaban, se respetaban y vivían en perfecta armonía. Una noche, uno de los amigos despertó sobresaltado. Saltó de la cama, se vistió apresuradamente y se dirigió a la casa del otro. Al llegar, golpeó ruidosamente y todos se despertaron. Los criados le abrieron la puerta, asustados, y él entró en la residencia. El dueño de la casa, que lo esperaba con una bolsa de dinero en una mano y su espada en la otra, le dijo: -Amigo mío: sé que no eres hombre de salir corriendo en plena noche sin ningún motivo. Si viniste a mi casa es porque algo grave te sucede. Si perdiste dinero en el juego, aquí tienes, tómalo... ...Y si tuviste un altercado y necesitas ayuda para enfrentar a los que te persiguen, juntos

Aprender: El Burro Flautista

Fábula de Tomás de Iriarte Esta fabulilla, salga bien o mal, me ha ocurrido ahora por casualidad. Cerca de unos prados que hay en mi lugar, pasaba un borrico por casualidad. Una flauta en ellos halló, que un zagal se dejó olvidada por casualidad. Acercóse a olerla el dicho animal, y dio un resoplido por casualidad. En la flauta el aire se hubo de colar, y sonó la flauta por casualidad. «iOh!», dijo el borrico, «¡qué bien sé tocar! ¡y dirán que es mala la música asnal!» Sin regla del arte, borriquitos hay que una vez aciertan por casualidad. Uno de los valores fundamentales de todo ser humano es el conjunto de habilidades y conocimientos de que dispone para resolver problemas. La única forma de obtener este conjunto es el aprendizaje. El valor de aprender tiene como finalidad la búsqueda habitual de conocimientos a través del estudio, la reflexión de las experiencias vividas y una visión profunda de la realidad. No debemos olvidar que el perfeccionamiento personal abarca la superación p

Autenticidad: El Rico Erudito

Fábula de Tomás de Iriarte Hubo un rico en Madrid (y aun dicen que era más necio que rico), cuya casa magnífica adornaban muebles exquisitos «¡Lástima que en vivienda tan preciosa», le dijo un amigo, «falte una librería!, bello adorno, útil y preciso.» «Cierto», responde el otro. «Que esa idea no me haya ocurrido!... A tiempo estamos. El salón del Norte a este fin destino. Que venga el ebanista y haga estantes capaces, pulidos, a toda costa. Luego trataremos de comprar los libros. Ya tenemos estantes. Pues, ahora», el buen hombre dijo, «¡echarme yo a buscar doce mil tomos! ¡No es mal ejercicio! Perderé la chaveta, saldrán caros, y es obra de un siglo... Pero ¿no era mejor ponerlos todos de cartón fingidos? Ya se ve: ¿por qué no? Para estos casos tengo yo un pintorcillo que escriba buenos rótulos e imite pasta y pergamino. Manos a la labor.» Libros curiosos modernos y antiguos mandó pintar, y a más de los impresos, varios manuscritos. El bendito señor repasó tanto sus tomos postizos que

Trabajo en equipo: El caballo y el asno

Fábula de Esopo Un hombre tenía un caballo y un asno. Un día que ambos iban camino a la ciudad, el asno, sintiéndose cansado, le dijo al caballo: -Toma una parte de mi carga si te interesa mi vida. El caballo, haciéndose el sordo, no dijo nada; el asno cayó víctima de la fatiga y murió allí mismo. Entonces el dueño echó toda la carga encima del caballo, incluso la piel del asno. El caballo suspiró y dijo: -¡Qué mala suerte tengo! ¡Por no haber querido cargar con un ligero fardo, ahora tengo que cargar con todo y hasta con la piel del asno! Cuando no tiendes la mano al prójimo, te perjudicas a ti mismo. El trabajo en equipo es un comportamiento tendiente al logro de los objetivos mediante la interacción entre los miembros y un flujo operacional altamente coordinado. El equipo es como las diferentes partes del cuerpo humano y debe “pensar con la misma cabeza”. Aunque los miembros desarrollen diferentes funciones están integrados en un organismo y actúan coordinadamente utilizando un cer

Laboriosidad: El buey y la becerra

Viendo a un buey trabajando, una becerra que sólo descansaba y comía se condolió de su suerte y se alegró de la propia. Pero llegó el día de una solemnidad religiosa, y mientras al buey se le hacía a un lado, cogieron a la becerra para sacrificarla. Viendo lo sucedido, el buey sonrió y dijo: -Mira, becerra, ya sabes por qué no tenías que trabajar: ¡estabas reservada para el sacrificio! Cuidado con la ociosidad, pues podría ocultar un mal. Este valor se manifiesta al demostrar constancia en la labor que se realiza, siendo esmerado, aplicado, exhibiendo interés y disposición así como satisfacción por la tarea que se realiza. No se limita a "cumplir" nuestro trabajo, sino también implica el ayudar a quienes nos rodean en el trabajo, la escuela y nuestra familia. Existen falsas imágenes de laboriosidad: proyectar mucha actividad con pocos resultados, adquirir más obligaciones que las que se podrán cumplir oportunamente o pasar demasiado tiempo en la oficina o la escuela para desc

Honestidad: El cuervo y Hermes

Fábula de Esopo Un cuervo que había caído en un cepo le prometió a Apolo que le quemaría incienso si lo salvaba; pero una vez liberado de la trampa olvidó su promesa. Capturado de nuevo en otro cepo, dejó a Apolo para dirigirse a Hermes, prometiéndole también un sacrificio. Pero el dios le dijo: -¿Cómo voy a creerte ahora, miserable, si ya engañaste y renegaste de tu primer señor? Si faltamos a nuestra primera promesa, no nos creerán la segunda. La Honestidad es una forma de vivir congruente entre lo que se piensa y la conducta que se observa hacia los demás, dando a cada quien lo que le es debido. Para ser Honesto hace falta ser sinceros en todo lo que decimos; fieles a las promesas hechas en el matrimonio o en el trabajo, actuando justamente en las opiniones que damos respecto a los demás. Todos esperan de nosotros un comportamiento serio, correcto, justo, desinteresado, con espíritu de servicio, pues saben que siempre damos un poco más de lo esperado. Con mucha ligereza incumplimo

Bondad: Mercurio y el leñador

Fábula de Esopo Un leñador cortaba madera en la ribera de un río que estaba consagrado a Mercurio, y se le cayó el hacha al agua, de lo cual sumamente afligido el leñador se puso a llorar en la orilla. Movido el dios a la compasión, se le apareció y le preguntó la causa de su pesar. Una vez informado de todo, le presentó al leñador un hacha de oro y le preguntó si era el hacha que había perdido, pero él respondió que no. Después le enseñó Mercurio un hacha de plata , y le dijo si era aquella la que había perdido, pero le respondió que no era tampoco. Después le enseñó una de hierro, que vista por el leñador, dijo ser la suya. El dios, conociendo en esto su bondad y virtud, le dio en premio las tres hachas. El leñador, lleno de gozo, contó el suceso a sus compañeros, uno de los cuales quiso probar fortuna, y yendo al río dejó caer en él su hacha y se puso a llorar. Apareciósele Mercurio y preguntándole por qué lloraba, luego que le manifestó la causa, le presentó un hacha de oro, y le